viernes, 14 de enero de 2011
Mi nuevo amigo Joseph
Este de aquí es Joseph. Vive en Kribi, en Camerún y al comienzo de este año escolar su madre le dijo que no podía seguir yendo al cole porque tenía que trabajar vendiendo huevos cocidos a unos 0,10€. Yo me lo encontré por mi camino, en el hospital de Kribi, y él sólo quería ayudar en la obra en la que estábamos trabajando. Una tarde, al terminar de pintar unas planchas de madera para el techo, le pregunté que quería del bar: una coca-cola, un chupa, unas galletas. Él, tímido, me contestó que quería una lata de sardinas. Y ahí que se las llevé.
Parece increíble, pero ahora, sólo por 90€, mi hermana, que vive allá, le ha comprado un uniforme, los libros del cole, la matrícula de todo un año... y me ha dicho que Joseph está radiante de alegría.
Un día de éstos me van a llamar juntos, o eso me han dicho.
Increíble la primera acuarela de toda su vida del chaval.
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